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junio 25, 2024¿Nunca te ha pasado tener síntomas, de gases, inflamación, diarrea, estreñimiento, sensación de ya no saber que comer porque todo te sienta mal?
Para empezar a entender nuestros síntomas, tenemos que conocer nuestro cuerpo, en este caso la fisiología de nuestro aparato digestivo.
¿Cuál es la anatomía del aparato digestivo?
Boca, esófago, estómago, páncreas, intestino delgado, hígado y vesícula biliar, intestino grueso y ano.
¿Funciones del aparato digestivo?
Transforma los alimentos en nutrientes.
Actúa como barrera defensiva: es una frontera entre el mundo exterior y el mundo interior. Tiene la enorme responsabilidad de mantener las sustancias dañinas fuera del cuerpo.
Influye sobre el sistema nervioso autónomo.
Es sensible a las emociones.
¿Fisiología?
Su función principal es la degradación de partículas para que sean absorbidas, cuyo proceso se lleva a cabo en 4 fases: digestión, trituración, asimilación y eliminación.
Al comer, tiene lugar una pre-digestión en la boca. Al masticar, no solo se degradan los alimentos, sino que se da señal de inicio de la digestión.
Mediante la saliva, se humedece y fluidifica el bolo alimenticio para que lo podamos tragar. Además, la saliva permite iniciar la digestión de los hidratos de carbono gracias a algunas de sus enzimas, como la amilasa.
Cuando los alimentos llegan al estómago, sucede una digestión química en la que se libera ácido clorhídrico y pepsina, que se mezclan con los nutrientes.
En cuanto al proceso digestivo, la vesícula metaboliza colesterol y produce bilis que, aparte de ser un vehículo de salida de toxinas procesadas por los hepatocitos, emulsiona grasas y permite la actividad de las enzimas pancreáticas. A su vez, la bilis estimula el peristaltismo y es altamente antibacteriana, de manera que genera el contexto antimicrobiano correcto en la zona de absorción de nutrientes para que se pueda llevar a cabo correctamente este proceso.
Una vez que el bolo abandona el estómago, estimula unas células del epitelio intestinal que producen: colecistoquinina, secretina y péptido inhibidor gástrico.
Las funciones del intestino delgado consisten en ejercer de barrera de paso delante de sustancias nocivas y generar un entorno adecuado para absorber nutrientes, proceso que tiene lugar en 3 partes.
- El duodeno absorbe minerales y degrada la mayor parte de los alimentos gracias a la acción de las enzimas pancreáticas y de la bilis.
- El yeyuno absorbe proteínas, carbohidratos y Vit. hidrosolubles (C grupo B).
- El íleon absorbe grasas, colesterol y Vit. liposolubles (A, D, E, K).
La última fase de eliminación sucede en el intestino grueso. Aquí se forman los desechos sólidos, las heces que
se van a excretar. Las heces son, principalmente, agua, fibra no digerida y bacterias. En situaciones normales cuando el alimento entra por la boca, tarda entre diez horas y algunos días en ser eliminado por las heces (entre 12 y 24horas).
Algunas de las funciones de estas bacterias intestinales son:
- Erradican bacterias, virus y parásitos.
- Función inmune.
- Fabrican vitaminas A, K y algunas B.
- Fermentan fibra proporcionando ácidos grasos de cadena corta (propionato, butirato y acetato).
Concretamente, el ácido butirato tiene una gran importancia ya que protege a los enterocitos.
Todo lo explicado ya os sonaba ¿verdad?
Pero, ¿Qué sucede si uno o varios procesos de la fase de digestión y absorción no funciona correctamente?
Tres situaciones más comunes que pueden afectar a la absorción son:
Una hipoclorhidria, una disfunción pancreática exocrina y/o afectaciones biliares.
Si estos desordenes de absorción no se tratan, como consecuencia darán paso, a una serie de problemas digestivos que en algunos casos derivará a un SIBO, así como, déficit de minerales, debilidad ósea, patologías autoinmunes, diarrea, gases, mal aliento, mala absorción de vitaminas liposolubles y ácidos grasos omega 3, náuseas y vómitos, etc.
¡Escuchar y entender cómo funciona tu cuerpo, es el primer paso!