Filosofía y Anatomía del Aparato Digestivo
diciembre 22, 2023¿Cansado de hacer dietas y no bajar de peso?
Siempre que hablamos de dieta, nos viene a la cabeza bajar calorías del menú para tener menos peso corporal. Muchas veces sucede que haciendo esto no bajamos y no sabemos el por qué.
¿Qué es lo que falla?
Hoy quiero hablaros de la resistencia a la insulina cuando hay un exceso de azúcar, inflamación y de la unión que tiene con la obesidad.
En realidad, ¿Qué es el peso? Un número en la báscula
Que mas dará el número, si tienes un cuerpo inflamado, depresión, cansancio, fatiga, diarrea, estreñimiento, colesterol, diabetes, hígado graso, intolerancias alimenticias, ardores, dolores en las articulaciones, enfermedades autoinmunes, etc.
Ya no solo sirve contar calorías, sino entender que le está sucediendo al cuerpo y a la mente en la etapa de vida que estés. Factores como el estrés continuo y mal gestionado, la epigénetica, los tóxicos del medio ambiente, el exceso de azúcar, el déficit de ejercicio físico, entre muchos otros, van a recorrer un camino cuyo final va a causar un organismo inflamado.
¿Cuánto peso? O ¿Cuánto estoy de inflamado?
El azúcar se puede almacenar en el músculo, en el hígado y en el tejido adiposo
Primero quiero que entendáis cual es el proceso de almacenaje del azúcar en condiciones normales. Al ingerir un alimento con azúcar, las células pancreáticas liberan una hormona llamada insulina. Esta se une a su receptor y envía una señal celular que hará que los receptores de azúcar GLUT4 viajen a la membrana de la célula, permitiendo que la glucosa entre en su interior para producir energía o almacenarla en forma de grasa dentro de la célula.
Reservorio de glucosa corporal
Músculo, Hígado y Tejido adiposo
Si tenemos un alto consumo de azúcar y poca masa muscular,
¿Cómo reacciona nuestro organismo?
El músculo es el principal reservorio de glucosa que tiene el organismo, pudiendo almacenar 350g. Si no hay masa muscular por falta de ejercicio físico y existe un consumo elevado de azúcar, ese exceso no se va a utilizar para producir energía, sino que, va a transformarse en grasa intracelular. Esa grasa es tóxica para nuestras células, por lo tanto, el cuerpo va a bloquear la entrada de glucosa en el músculo, lo que se llama resistencia a la insulina muscular.
Si en el músculo no entra más azúcar, ¿A dónde va?
Cuando se acumula la glucosa en el músculo, en primer lugar, el páncreas va a liberar más insulina en búsqueda de tejidos insulino-dependientes que puedan almacenar esa glucosa. El hígado, va a ser el segundo reservorio. Si sumamos un aumento de grasa con niveles elevados de insulina, con el tiempo, va a dar lugar a una acumulación intracelular de grasa en el hígado y va a suceder lo mismo que en el músculo, va a bloquear la entrada de glucosa dependiente de la insulina, aumentando la dificultad en la regulación de la glucemia sanguínea y pudiendo transformar esa glucosa en grasa visceral hepática.
Aquí nos encontramos con una resistencia a la insulina hepática.
Esa glucosa no puede entrar en el músculo ni en el hígado, ¿A dónde va?
El tejido adiposo, representa entre el 20% y 25% del peso corporal y dependiendo del tipo de grasa se ubica en unas zonas del cuerpo u otras y tienen distintas funciones:
- Ayudan a
- conservar el calor en el cuerpo
- Protegen a los órganos vitales.
- El tejido adiposo es la principal fuente de energía del organismo.
- Regula el apetito.
- Favorece la producción de hormonas sexuales (estrógenos, progesterona y testosterona).
- Ayudan a disminuir los triglicéridos circulantes.
- Contribuye a almacenar la insulina.
Si hay poca grasa en el tejido adiposo, surgen manifestaciones clínicas como, por ejemplo, déficit cognitivo, trastorno de los movimientos de los ojos, mala coordinación, aumento de volumen del bazo o del hígado, irregularidades esqueléticas, trastornos de la sangre como anemia, problemas respiratorios, cardiopatías.
Son esenciales para nuestro correcto funcionamiento. Incluso interviene en nuestra salud digestiva.
Pero, ¿Qué sucede si hay un exceso de grasa en el tejido adiposo?
Si el tejido adiposo se va rellenando de glucosa en exceso, se va a transformar en grasa más de la que energéticamente necesita (lipotoxicidad) dando paso a una resistencia a la insulina del tejido adiposo.
Los adipocitos con este aumento de grasa van a liberar citoquinas proinflamatorias y una resistencia a la leptina (inhibe la señal del estímulo de saciedad).
Estas citoquinas cambian la actividad de las células inmunitarias, sobrecargando al sistema inmune y dando lugar a un estado inflamatorio sistémico.
Un estilo de vida con una nutrición poco balanceada en micronutrientes y macronutrientes, y con baja actividad física va a generar un sistema inmune sobrealterado por el estímulo que tiene el tejido adiposo sobre este, creando más inflamación y dejando expuesto al organismo a otros procesos inflamatorios sin poder atender.
Conclusión, escucha a tu cuerpo y dale lo que necesita en cada etapa de su vida. No siempre necesita lo mismo, ni nutricionalmente, ni físicamente, ni mucho menos emocionalmente.
Nadie como tú te conoce, ¡escúchate!